Contenedor Kamabai 2011
Una historia de esfuerzo solidario y 156 días de paciencia
24-01-2012 España
La Red de Ingeniería Solidaria y Educativa de la Escuela Técnica
Superior de Ingenieros Agrónomos de Madrid ha visto cómo el contenedor que con
tanto esfuerzo había preparado en su colaboración con la Misión de los
Agustinos Recoletos en Kamabai ha tardado 156 días en llegar a su destino.
Ellos mismos describen esta historia digna de Kafka.
A veces el destino da una tregua por mucho que le pese, porque aunque no lo
creamos, éste agradece el esfuerzo. Y este esfuerzo ha durado prácticamente un año, desde el momento en el que el grupo de colaboración RISE
(Red de Ingeniería Solidaria y Educativa), perteneciente a la Escuela
Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos de Madrid, decidió mandar un contenedor a Sierra
Leona.
En este contenedor se iba a poner una ilusión
especial, no solo por el
contenido del mismo, sino porque estaban involucradas muchas
partes en él. Muchas personas y
grupos, cuyo único interés iba a ser intentar mejorar la calidad de vida del
país.
Desde el año 2008, la Universidad
Politécnica de Madrid, por medio de la Fundación
Premio Arce, colabora con la
Misión de los Agustinos Recoletos en Kamabai en un proyecto de seguridad
alimentaria. Este proyecto sirvió
para implantar un invernadero de 480 m2 en una región donde la falta de alimento se hace evidente. El
invernadero, procuraría asegurar alimento durante las dos estaciones de año y
serviría de trampolín para asentar las bases técnicas en cuestión de agricultura
de los ciudadanos de la región de Kamabai.
Pero para ello es necesario material
agronómico, el cual, es muy
difícil de obtener en el mercado local. Gracias a la colaboración de Iter (semillas), Fertiberia (abono), Aragro (fitosanitarios) y Matabi (material de trabajo), la Fundación Premio Arce (UPM), incluyó en el
contenedor todo lo necesario para poder desarrollar eficientemente el proyecto.
Hace incluso más de un año se decidió también mandar una máquina
fabricadora de bloques de hormigón de manera totalmente altruista, con el fin de facilitar la
creación de infraestructuras. Después de la formación
de un técnico, se decidió que el
contenedor que se iba a mandar era el adecuado para incluir la máquina.
Gracias a los múltiples proyectos realizados en los últimos años con ayuda de muchas personas
particulares, empresas, entidades bancarias y administraciones públicas, entre
las que destaca la Comunidad de Madrid, la Misión de los Agustinos Recoletos dispone de unas
instalaciones adecuadas para asegurar unas necesidades básicas y el trabajo en
las condiciones de un país en las que el Índice de Desarrollo
Humano le sitúa en el puesto
180.
Entre otras ventajas, las instalaciones disponen de una
instalación eléctrica mediante energía solar que durante los últimos meses se ha implementado. Por diferentes
motivos, junto con las placas solares, las cuales se
mandaron en un contenedor anterior, no pudo incluirse el ácido que facilita la recarga de las
baterías, por lo que el
contenedor enviado por RISE resultaba providencial para enviar el ácido.
El contenedor salió finalmente el 20 de julio del 2011 desde el
puerto de Valencia. Las fechas fueron marcadas de tal forma que el ingeniero
agrónomo que se encontraba
desde finales de mayo en Kamabai, pudiera formar a los
técnicos locales sobre la máquina fabricadora de bloques y sobre el uso de los
agroquímicos.
El contenedor llegó trece días después al puerto de Freetown. Teóricamente, una vez realizados los trámites pertinentes, está
listo para ser retirado. Pero en Sierra Leona, estos trámites no solo suponen presentar los papeles y pagar
las tasas aduaneras; aquí incluyen otro tipo de aportación
económica difícilmente
justificable, hablando de ayuda al desarrollo.
Para la retirada del contenedor es necesario presentar los documentos
originales que fueron enviados
desde Madrid el día 1 de agosto, con el fin de que a
la llegada del contenedor ya se dispusieran de ellos. Se tiene constancia que
los papeles llegaron a correos de Freetown el día 15 de Agosto, pero por diferentes
motivos, no llegaron a su destino final hasta el día 14
de octubre, y el contenedor quedó
retenido en puerto durante más de dos meses.
Cada día que pasaba se iba incrementando el pago que el propietario
del contenedor tiene que pagar a la naviera mientras no lo recoja, en concepto de almacenaje. Pero como ya se ha explicado anteriormente y aun con los
papeles en la mano, las trabas no justificadas que el gobierno
sierraleonés pone en los trámites
administrativos, suponen un golpe económico abusivo.
Después de la presión ejercida desde Kamabai y desde España, parecía que la fecha
de retirada del contenedor del puerto estaba cada vez más cerca. Pero no fue
hasta el día 23 de diciembre, como si de un regalo
navideño se tratara, cuando
llegó el contenedor a la Misión de Kamabai.
El esfuerzo puesto en este contenedor, no solo supone una alegría
para todas las partes involucradas (esto
puede reflejarse en las fotos adjuntas), sino que supone el comienzo de una
lucha para mejorar las condiciones de un país que necesita ayuda.
A mediados de febrero del 2012, se prevén retirar los impuestos añadidos sobre los contenedores que lleguen a Sierra Leona con ayuda
humanitaria o material para desarrollo. Es imprescindible tener en cuenta que
para poder ayudar primero es esencial
que te dejen hacerlo, ésta supone la única forma que existe para acabar con los
imposibles.
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